16 de septiembre de 2013

Fehaciente

fehaciente.

1. adj. Que hace fe, fidedigno.



¿Esto está en Internet?


Esta frase está ahora en tu mente. Antes estuvo en la memoria de una computadora, pero ¿De dónde provino? La información que percibimos nos lleva a diferentes pensamientos, conclusiones y acciones, la lectura de una noticia, un email, modifican nuestro accionar, siempre y cuando confiemos en la realidad de esa información ¿Es un mensaje creíble? ¿Es spam? ¿El autor del mensaje es quien dice ser? ¿El medio de comunicación es quien dice ser? ¿Cómo saber si "esto" es Internet y no son datos preparados para que parezca Internet? ¿Podríamos diferenciar algo simulado de algo real?

Supongamos que hubiera métodos para distinguir esa simulación ¿Cuánto tiempo estaríamos dispuestos a dedicarle al chequeo? ¿Cada vez que entramos a Internet verificamos que sea realmente Internet? No, al menos no conscientemente, y en principio existe la posibilidad de ser engañados, mediante pequeñas intervenciones a las conexiones la comunicación podría ser manipulada, justamente aprovechando la confianza que está puesta en los datos, es como si de repente viéramos mucha gente corriendo hacia algún lugar, seguramente nos preguntaríamos qué les pasa, pero si quienes corren fueran personas de nuestra confianza nos veríamos tentados a seguirlos, aún sin esperar averiguar adonde van, y aquí yace una interesante y peligrosa posibilidad de ser manipulados, es la reutilización de nuestra confianza que fue puesta en algo que creemos conocer pero que puede ser redireccionada hacia otra cosa, sin que notemos diferencia.


¿Dónde está Internet?


Internet está distribuida en diferentes computadoras, pero para el caso no importa, ya que a su efecto lo percibimos desde pocos lugares, de hecho podríamos encontrar Internet siempre en el mismo lugar (sea un mismo monitor, teléfono, etc..) encontramos a Internet mirando ese mismo pedazo de material que va cambiando de brillos y colores. Es mucho más fácil simular un "sitio web" que un "lugar físico", de más está decir que no hay que confundir ni asemejar un lugar físico a un sitio de Internet porque esto no es un lugar, los lugares físicos tienen mucha más inercia, están compuestos de miles de millones de átomos, donde cada uno tiene además su complejidad, un lugar físico se puede reformar para parecerse a otro lugar, sea una casa o una zona de la ciudad (tal cual se hace en un estudio de cine, al mejor estilo Truman Show) pero es extremadamente difícil hacerlo, no es en absoluto práctico. Sin embargo es relativamente fácil modificar un sitio de Internet al que acostumbramos a entrar, por ejemplo el email, las noticias, o incluso una búsqueda en Google, más aún si el cambio es sólo visible desde unos pocos dispositivos y conexiones que son los que habitualmente utilizamos, que pueden ser sencillamente identificadas como nuestro grupo de acceso, y de hecho lo son, ya sabemos cómo se adaptan las publicidades y páginas al país, a la localidad, al idioma e incluso a nuestros gustos personales, esta identificación hace que los resultados que vemos no sean los mismos que ve el resto del mundo, y no podemos ir a preguntarle al resto si ve lo mismo, lo que percibimos como "Internet" es relativo al punto de conexión, al navegador, y al usuario, y así está pensado, para que lo que vemos sea "relevante" a nuestro contexto, lo cual en teoría tiene mucho sentido, pero todo es doble filo y lo relevante para nuestro contexto podría convertirse en una simulación preparada para nuestro contexto, lo cual es menos agradable y mucho más simple de hacer que remodelar una casa o una ciudad, se podría preparar una "Internet simulada" para una persona o un grupo sin que ellos ni los demás siquiera se enteren, sobretodo si hacen un uso reducido de Internet, es decir si entran siempre a los mismos sitios y no chequean la información, que a veces por la urgencia no hay tiempo de comprobar, eso facilitaría el engaño porque habría menos cosas que cambiar (de hecho el reemplazo de páginas puntuales ya ocurre en la práctica como forma de ciberdelincuencia denominada phishing)

De similar manera se podría "simular" Internet y generar así una percepción distorsionada de la "realidad"(digital), que a veces se toma como un eco de sucesos reales , lo cual podría no ser así. Esto se volvería especialmente grave si el grupo de personas engañadas, sujetos al simulacro, estuvieran en un lugar de poder, por ejemplo si los engañados son políticos, policías, etc.. ¿Pueden ellos tomar decisiones confiando en lo que les dicen sus computadoras?


¿Qué podríamos hacer para saber si esto es "realmente" Internet?


Este problema no tiene solución general, ni siquiera afuera de Internet, es decir, no hay manera cierta de descifrar si algo es real o no, sabemos que el sol existe porque la mayoría de la humanidad y sus instrumentos están de acuerdo, y si alguno lo negara, antes de dudar del sol, dudaríamos del instrumento o de la persona, (por no estar de acuerdo podría ser etiquetado incluso de no estar cuerdo), así funciona la estadística y en un punto la ciencia, son formas del conocimiento, es mediante una especie de democracia que sabemos qué cosa es real y cual no. Por tanto en el caso de Internet nos quedaría preguntarles a otros, ¿Están viendo lo mismo que yo? y cuantas más personas estén de acuerdo, pensaremos que es más "real", un acuerdo estadístico, por convención, en el mismo sentido que lo tenemos sobre el sol. Esto sin embargo no asegura nada; y por dar un ejemplo, Douglas Hofstadter investigador y escritor, al ver en Internet errores sobre su propia biografía intentó editarlos, pero como alguna mayoría pensó que sus ediciones estaban mal, las "corrigieron", esto lo comenta en una entrevista :

Hofstadter: -"El artículo de Wikipedia sobre mí contiene inexactitudes y eso me deprime"
Periodista: -"Entonces podes arreglarlo"
Hofstadter: -"Al día siguiente alguien lo va a volver a poner como estaba"

(Fuente: entrevista de Deborah Solomon para NYT en 2007)

Aún teniendo en cuenta este tipo de problemas, la decisión por mayorías es algo que se hace,(y en este caso a raíz de ese reportaje se podría llegar a una mejor solución, pero no todos los ciudadanos podrían tener una entrevista para reivindicarse...), como fuere éste es el método que tenemos, observar la cantidad y la diversidad de los datos, poder consultar a otras personas y otras fuentes, es central, si en cambio le falta diversidad a los datos podríamos sospechar que tienen una sola fuente, la variabilidad aquí en lugar de ser una imprecisión es una pista que nos permite sospechar de una fuente independiente y no comandada por alguna intención simple, única y centralizada (en nuestro análisis sería la intención detrás del simulacro), pero no podemos estar seguros, la cantidad y la diversidad a lo sumo pueden tomarse como pistas de realidad, así como la escasez y la no variabilidad de un dato dan sospecha de un engaño, podría no serlo.

La desconfianza, es siempre provisoria, parece apenas un camino que suele llevarnos a confiar en otra cosa, como dijimos, usualmente confiamos en la realidad de algo cuando podemos compartir la visión con otros, cuando otros también lo ven, cuando lo que percibimos está matizado desde muchos lugares, con diferentes puntos de vista y en diferentes formas, algo luce real cuando es "demasiado complejo" para una simulación, demasiado complejo para ser falso, insisto sin embargo en que no podemos estar seguros ¿Cuándo es algo demasiado complejo para ser falso? algo bien podría ser "lo suficientemente complejo" para que parezca real, y sería suficiente para que no podamos detectar diferencias, alcanzaría para engañarnos, y si detrás de algo hubiera una intención compleja, podría pasar como realidad ¿Internet dificulta entonces convenir sobre la realidad? No, porque tampoco existía ese acuerdo antes de Internet, no hay que sorprenderse porque no hay aquí novedad, basta leer a los físicos, a los poetas y a los filósofos que hace tiempo nos cuentan que nunca estuvimos seguros de la realidad, que no hemos llegado a acuerdos definitivos, y que posiblemente nunca los vamos a tener, intentando comprobarla, se nos escapa, y ante cada respuesta nueva nos llena de preguntas que nos piden lo mismo: confiar.


"El simulacro no es lo que oculta la verdad, es la verdad la que oculta que no hay verdad, el simulacro es verdadero" -Jean Baudrillard